Cirugía de obesidad y cirugía metabólica
Cirugía de alta calidad a su alcance
Esta pregunta es una de las que más frecuentemente recibimos o que nos damos cuenta que las personas se limitan, ya que creen que el ser diabético o tener cierta enfermedad es una contraindicación para la cirugía de obesidad.
La realidad es que es todo lo contrario, ya que no existe mejor candidato para una cirugía de pérdida de peso que un paciente diabetico (idealmente menos de 5 años de diagnosticado), ya sea que se trate de un paciente con enfermedad de fácil o difícil control, ya que se verá sumamente beneficiado por la cirugía de manga gástrica o de bypass gástrico.
Los efectos metabólicos de la cirugía de pérdida de peso incluso permiten pensar en la posibilidad de “curación” de la enfermedad, lo decimos entre comillas porque dentro del ámbito médico no se considera que el paciente esté realmente curado.
Aquellos pacientes con antecedentes de diabetes mellitus tipo 2 que después de operados tienen niveles normales de glucosa en sangre, se considera que están en remisión, es decir no hay evidencia de la enfermedad pero se sabe que el riesgo de que vuelva a manifestarse es latente. A pesar de esto, es hasta la fecha, el único tratamiento médico / quirúrgico que ha logrado resultados tan positivos y favorables para la calidad de vida y salud de los pacientes con diabetes.
Los pacientes diabéticos que están planeando someterse a una cirugía de pérdida de peso deberán estar en contacto estrecho con su cirujano y médico internista para lograr un control adecuado de sus niveles de azúcar. Ya que antes como después de la cirugía se presentarán situaciones que pueden propiciar un desbalance aún mayor de dichos niveles.
Con esto nos referimos a la necesidad de que el paciente se someta a una dieta preoperatoria antes de la cirugía que también provoca alteraciones hormonales y a una dieta postoperatoria, que podrían provocar elevaciones o bajas importantes de los niveles de glucosa en sangre. Siendo aún más importante evitar una baja brusca y drástica de los mismos, por lo que es vital mantener un contacto estrecho con sus médicos.
Los exámenes preoperatorios son prácticamente los mismos para todo tipo de paciente, sin embargo en un paciente diabético de larga evolución se debe hacer énfasis en aspectos como la función renal y salud de su sistema cardiovascular para asegurar que se encuentra en las condiciones adecuadas para someterse a la cirugía de manga gástrica.
Los cuidados que el paciente diabético debe tener después de una cirugía de pérdida de peso son los mismos que cualquier otro paciente, sin embargo hay que observar lo antes comentado: los niveles de glucosa de forma más estrecha de lo habitual, lo que permitirá un control más adecuado, lo que a su vez evitará problemas como infecciones o alteraciones en la capacidad de cicatrización de sus heridas y órganos internos.
Al igual que con la diabetes, muchos pacientes que padecen de hipertensión arterial o presión arterial alta suelen descartar la posibilidad de considerar una cirugía de pérdida de peso ya que piensan que su condición les contraindica la posibilidad de operarse.
Cuándo en realidad es todo lo contrario, un paciente con hipertensión y obesidad moderada o severa se verá muy beneficiado con una cirugía de pérdida de peso. Lo único a considerar antes de la cirugía es lograr el mejor control posible de sus niveles de presión arterial para que se encuentre en condiciones óptimas para operarse.
Los medicamentos para control de la presión arterial, previos a la cirugía de pérdida de peso deben continuar hasta el día previo a la misma, a menos que tu cirujano y/o internista te digan lo contrario.
Como explicamos, es importante buscar el mejor control posible, así que el tratamiento debe continuar. Posterior a la cirugía no se deberá suspender el tratamiento hasta que tu médico te lo indique.
Es por ello que siempre recomendamos a nuestros pacientes que ya tengan planeada una visita con su médico de cabecera o internista para los días posteriores a la cirugía. Ya que es probable que a las pocas semanas o meses del procedimiento bariátrico haya necesidad de ajustar la dosis de medicamento para la presión arterial e incluso en algún momento se pueda llegar al punto en que se suspenda el tratamiento.
Igual que con los pacientes diabéticos, los estudios son prácticamente los mismos, solo haciendo énfasis en un adecuado control metabólico y una adecuada función renal.
En este caso los cuidados serían exactamente los mismos que en un paciente sin hipertensión arterial.
Solo tener cuidado de que los alimentos que vaya a ingerir en la fase postoperatoria no sean altos en sodio para evitar propiciar un descontrol de la presión.
Los pacientes con enfermedades de la tiroides también son buenos candidatos a la cirugía de pérdida de peso. En este caso lo primero que se deberá determinar es qué tipo de enfermedad tiroidea sufren, ya que padecer hipertiroidismo o hipotiroidismo, como sus términos lo indican, son polos completamente opuestos.
El primero se trata de una enfermedad de la glándula tiroides en la que dicha glándula tiene un funcionamiento exagerado y produce hormona tiroidea en exceso, mientras que en el caso de hipotiroidiosmo es lo contrario, existiendo una producción insuficiente de dicha hormona. Por lo regular los pacientes con cualquiera de estás dos enfermedades tiroideas pueden controlarse con unos meses de tratamiento médico y pueden llegar a tener una vida prácticamente normal.
Es muy importante que sin importar el padecimiento tiroideo en cuestión, exista un excelente control del funcionamiento/producción o administración/supresión de hormona tiroidea ya que someterse a una cirugía con un descontrol importante de esta hormona puede tener consecuencias serias.
Por lo general no se utilizan medicamentos que afecten la producción o funcionamiento de la hormona tiroidea antes, durante o después de la cirugía. Lo que se busca es que exista un control óptimo de los niveles de la misma durante todas las fases de planeación y posterior a la cirugía.
Se requiere un perfil hormonal tiroideo, un estudio muy específico y confiable para determinar el funcionamiento de la glándula tiroides.
Asegurarse de continuar con un control adecuado del funcionamiento de la tiroides, por lo demás los cuidados son los mismos que en el resto de los pacientes.
Así como estás enfermedades previas, existen muchas otras que pueden padecer las personas candidatas a la cirugía de pérdida de peso, es más común ver esta situación en personas de 50 años o más, sin embargo hay pacientes considerablemente más jóvenes que pueden padecer otras enfermedades que puedan hacerles pensar que no pueden someterse a una cirugía de obesidad cuando en realidad son pocas las contraindicaciones.
Te compartimos algunos ejemplos de las enfermedades con las que es completamente posible pensar en la cirugía de pérdida de peso.
Claro, como en todos los casos, se debe de individualizar y revisar a detalle la situación para determinar el riesgo/beneficio. Pero en la gran mayoría de los casos y cuando se hacen las cosas bien por ambas partes (médicos/paciente) es mucho más alto el beneficio que el riesgo.
Los estudios a realizar en estos casos serían individualizados y adaptados a cada paciente, asimismo las modificaciones en los medicamentos como los cuidados postoperatorios.
Lo más importante a resaltar en este tema es que no debes dejar de investigar, yo siempre le comento a mis pacientes que no hay peor pregunta que la que no se hace. Así que en lugar de pensar que por tu situación actual estás condenad@ a no poder resolver tu problema de sobrepeso, mejor contacta al cirujano bariatra de tu elección ellos tendrán la capacidad de orientarte y darte la mejor recomendación posible.
Si deseas saber si en tu caso es factible pensar en cirugía de pérdida de peso no dudes en contactarnos por alguno de nuestros canales de comunicación.
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